Soy Pedro Correa, tengo 16 años y me echaron de 5 colegios por portarme mal, ratearme y cosas así. Mi viejo, Jorge Correa, decidió con mi mama, Alicia, mandarme a un colegio de monjas, porque según ellos, tienen mas disciplina que los otros colegios.
Soy Lola Fiore, tengo un hermano, Óscar Fiore, pero le decimos Osqui. Nacimos en la villa, mejor dicho, en el barrio primero de mayo. Mi papa desapareció u no se si estará vivo o muerto. Nunca le importamos ni yo, ni mi hermano. Mi mama aparece de vez en cuando. Actualmente estamos viviendo en la casa del padre tomas, el cura de la escuela de monjas que me quiere mandar, voy a empezar mañana, pero a ninguno de los chicos me los banco, salvo a uno Fede, es buena onda. Los conozco porque ayudo a las monjas del convento Santa Rosa, el del colegio. Todos me barrean por el lugar de donde vengo, son todos chetos. Pero bueno, al menos voy a estudiar.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".