Yo odiaba la lluvia, los días grises en los que nada productivo podía hacer, odiaba los sitios nuevos y tener que conocer gente nueva. Pero, cuando él llegó a mi vida, me rompió todos los esquemas, mi existencia había cambiado por el simple hecho de conocerlo. Me hizo amar la lluvia, buscarle el lado bueno a los días grises, me hizo conocer sitios nuevos que me encantaron, y sobre todo, gracias a conocer a alguien nuevo, pude empezar a vivir.