Él nunca había sido posesivo por nada, ni por nadie. Pero cuando se conocen, todo cambia, o al menos para él. Y como dicen, los opuestos se atraen, así que no creo que alguien se salve de ese sentimiento llamado «Amor». Se conocen y todo parece quedar al revés, para ella las cosas cambian y para él las cosas mejoran. Del amor al odio solo hay un paso. Ella dijo nunca. Él lo negó. Pero se olvidaron de algo, el mundo es redondo y da mil vueltas. «—Yo te amo. —Es complicado. —¡¿Por qué es complicado?! ¡NO LO ENTIENDO! —No todos estamos hechos para amar. —No dejaré de luchar por ti, eso lo aseguro. » No todas las historias tienen finales perfectos, pero tampoco todas tienen finales felices.