Mi corazón golpeó con fuerza mi pecho y mi respiración se cortó repentinamente al escucharle decir aquello. Rubius sólo seguía observándome, suplicante, con lágrimas de desesperación en sus ojos. -Por favor...- susurró con voz quebrada- Tienes que creerme... por favor... Mangel... Tragué saliva bajando mis párpados, intentando evitar su mueca de frustración. -Por favor...- sollozó una vez más cerrando sus ojos, rendido. Volví a mirarlo... y armándome de valor... lo dije. -Te creo. Quería creerle... quería confiar en que... Rubén no se había vuelto loco. °°°°°°°°°°°° Historia con contenido de Terror Psicológico. ................ Recomendación personal: Leer en la noche, tapado con las sábanas de tu cama hasta la cabeza, cuando tus padres y/o hermanos se hayan dormido. Y por supuesto... Luces Fuera :)