Si supieras cuando me hubiera gustado, me hubiera encantado tenerte entre mis brazos una vez más, disfrutando de tu cálido aroma natural que brotaba de tu suave piel. Estoy consciente de que todo ser vivo pasa por estos momentos, pero el dolor no se va de la noche a la mañana. El pensamiento de tu ida me carcome vivo y simplemente no puedo hacer nada para olvidarte. No soy Iron Man, ni el Capitán América ni mucho menos Thor; pero di la vida por ti, te di todo lo que estaba a mi alcance e incluso estuve allí para ti y aún así lo único que hiciste fue marcharte, sin ni siquiera tener el valor de despedirte. Espero logres disfrutar esta historia tanto como yo lo hago escribiendola.