Altos, hermosos, únicos, con una cara y cuerpo de infarto, perfectos en todos los sentidos...
No soy Anna Karenina, ni tampoco madame Bovary, (no tengo la intención de suicidarme por un hombre) mucho menos soy Catalina la grande...
Pero descubrí que era una mujer viva, con fantasías y deseos que sólo ellos me hicieron conocer y que sólo ellos pueden saciar...
Deseo, pasión, amor, entrega...
Uno, dos, tres, cuatro, cinco...
¿Quieres saber quiénes son mis amantes?
Bienvenidas a mi monólogo.