Realmente no se lo espera. -M-Miguel, ¿Cómo es posible?- No se lo podía creer, todavía no caía en lo que estaba pasando. -Rubén, no es como tu crees, nunca te haría algo así, puedo explicarte tod- -No-le interrumpió- esto se termina aquí y ahora.-Salió corriendo de Puerta del Sol, ese lugar en el cual lo había visto y abrazado por primera vez a quién había sido el amor de su vida. ¿Quién lo hubiera imaginado? Que todo se terminara de esa manera tan...injusta. -¡Rubén!- Desde lejos oía sus gritos, que poco a poco desaparecían hasta no poder escucharlos. Corría a toda velocidad, como nunca antes lo había hecho en su vida. Y no miró hacia atrás, no esta vez, no como las anteriores. Esto no volverá a ser color de rosa, de hecho, ni siquiera volverá.