¡YO NO PEDÍ TU AYUDA!

Decidí embriagarme con la voz de Fiona Apple ya que no sé que mas esperar de esta vida.

¿Un milagro? Lo siento, pero no he visto muchos de esos en estos días, más bien, en años.

No es culpa de nadie mas que mia. No es problema de nadie mas que mio. Lo sé, ¿y qué? Yo no ando pidiendo limosna, ni ando pidiendo ayuda. Yo lo que pido es respeto pero Kendall White no me lo da y no le puedo poner una pistola en la cien para obtenerlo, ¿o si? Igual eso va en contra de mis principios morales. Si, tengo principios y aunque he roto la mayoria quiero seguir pensando que soy una dama civilizada, pero ese idiota con infulas de superioridad hace que mi mirada se oscurezca y quiera poner mis manos en su cuello.

- Estas loca, cariño- se burla.

- Te olvidas de algo muy importante, Kendall- le digo mirandolo con odio.

- ¿Que cosa?- me responde con su habitual sonrisa burlona.

-¡YO NUNCA PEDÍ TU AYUDA!- le grité.

Este idiota va a ver cuan loca esta chica puede llegar a ser.