Luego de cinco años escondido en los más rurales lugares, Linek, dependiente de la esquizofrenia es encerrado por cadena perpetua en el hospital psiquiátrico de Países Bajos, donde paga la condena de asesinatos y torturas macabras bajo su enfermedad, pero a pesar de su condición mental logra coincidir con la inteligencia, escapando y huyendo con las técnicas y planes que sus mismas victimas le enseñaban antes que sus vidas acabaran en un mar de sangre y carne abierta, teniendo terroríficos y bizarros gustos con los cuales no se cansaba nunca de saciarlos si ese ente decidía controlar su mente. Con el paso del tiempo va conociendo al que podría ser su perdición y héroe, pero todo esto es frenado constantemente por su enfermedad, no es gracioso, no es lindo, el sufre, esta drogado para siempre. Vivió en la soledad corriendo y huyendo, alimentándose de una forma inhumana a base del canibalismo y la hematofilia, desarrollando por completo su enfermedad en la adolescencia, solo, sin nadie que le entregara el cariño que su madre no alcanzó a darle. Pensando así que nunca conseguiría tener un ángel sin tener que ahuyentarlo por su hereditaria enfermedad.
"..He tratado de buscar la manera de explicarte las ganas que tengo de succionarte toda la maldita sangre, demostrar mi cariño mutilando cada parte de tu cuerpo, desollando cada centímetro de tu piel para acariciar de ella fría en mis manos resecadas de tu sangre, esperando que tus ultimas palabras ante tu boca rota y ensangrentada sea el saber cuanto me amas como yo a ti."
ADVERTENCIA
Contenido violento y escenas explícitas. (Sangre/Violencia)
El homoerotismo se apodera de nuestro entorno, de nuestras redes sociales y de nuestro diario vivir. ¿Por qué la atrayente dinámica entre heterosexuales estelariza nuestras más eróticas fantasías?
Cuando la fraternidad Theta Lambda Rho se desvanece gracias a una serie de comportamientos inapropiados por parte de los miembros de esta, aquellos que no renunciaron a ella tendrán que convertirse en las mascotas del equipo de Wrestling/lucha como forma de castigo. Pero lo que comienza como un insufrible suplicio, se convierte en el escenario de muchas fantasías y actos homoeróticos.