El bosque y la casa

El corazón latía suavemente y otra vez me encontraba ahí. En lo mas profundo de mis sueños y es que esta vez yo no supe si estaba muerta o no, Se dice que cuando uno muere su alma se queda dormida... -¿ Y si a lo mejor cada vez al dormir simplemente muero? Me pregunte a mi misma mientras caminaba por un túnel negro.
Este se distorsiono y me encontraba en un camino que me llevaba directamente a un solo lugar rodeado de arboles grandes que tapaban el cielo pero se lograba distinguir el brillo del sol en un hermoso atardecer, el pasto húmedo impregnándose con su olor en mi nariz, y el piso lleno de tierra.
Seguí caminando, y sin mas llegue a una casa que por lo visto era vieja y desalineada con un color marrón y arboles pequeños y uno que distinguía no por ser alto sino por tener un columpio en el.
Cuando entre me sentí en casa como si ya la hubiese conocido antes o como si ya hubiese sido dueña de ese lugar sin pensarlo entre dentro y era tan grande que podían vivir un zoologico
y tan elegante que podía ser un salón las escaleras rodeaban la sala y la entrada general y de techo había un vidrio en forma de ovalo cubriendo toda la casa, se podía ver el cielo nocturno reflejado en
el suelo... De pronto escuchaba una voz - Por favor despierta, no puedes quedarte... Te necesito... -
Era una voz suave que se quejaba y lloraba a la vez, esa frase resonó en toda la casa, en todo el lugar... - Vamos, anda no puedes irte...- Sentí un pequeño temblor en la casa y todo se iba aclarando... De pronto salí de esa casa regresé al camino de los árboles y ese túnel negro - Te necesito...- abrí los ojos y estaba en un cuarto... Fue cuando comprobé que al morir soñamos.