Todos alguna vez sentimos la necesidad de estar solos por un tiempo, sin nadie que te pueda hacer daño, sin nadie más que tú mismo.
La diferencia entre vosotros y yo es que siento la necesidad de estar sola siempre, y cuando alguien entra en tu vida de sopetón y te rompe todos tus esquemas, te vuelve completamente loca.
Pueden llamarme fría, borde, corriente, solitaria... pero quien de verdad me conozca sabrá que soy todo lo contrario a lo que la gente piensa de mí, pero por suerte, nadie todavía ha llegado a conocerme como solo yo me conozco.