-Entonces, crees que los Hipsters son mejores que los kawaiis, eh?-Le dije desafiante al chico hipster, que insultaba mi cultura kawaii, quién era él para venir y decirme que los Hipsters son mejores que los Kawaiis.
-Pues, escuchaste bien, somos mejores que ustedes, así que porque no se largan y borran su existencia del mapa, el mundo estaría mejor sin los Kawaiis-Dijo el chico con un tono arrogante. Aunque eso no me importo, lo que me importo fue lo que dijo, cómo me insulto y como nos insulto a todos los Kawaiis. Se acaba de meter con la cultura de moda equivocada. Si él quiere guerra la tendrá.
-Déjame decirte algo...chico bebedor de cafés Starbucks baratos-Si se que no es el mejor insulto, pero eso a los hipsters los ofender. Seguidamente escuche como todos se hacían los ofendidos y rodee los ojos, iba a reclamar pero seguí hablando-Tú y tu grupito no son nadie para venir y retarnos, solo te voy a decir algo...somos mejores que ustedes-le dije en tono desafiante, nadie me iba a dejar como una ridícula enfrente de todo mi grupo, y si lo que venía era una guerra. Púes guerra tendrán.
-Nadie es mejor que los Hipsters, pequeña rata compradora compulsiva de osos de peluches en descuento-Dijo ofendiéndome. Mis osos no son baratos, son de marca, muy pocos se pueden dar ese lujo-Este es nuestro lugar y los Kawaiis no los arrebataran. ¿Entendido?
-Lo único que entendí fue, que eres un idiota, que lo único que piensa en la vida es ponerse un sweater de lana súper hispter y lucirlo por todo el lugar-Dije muy atrevida-no me dejare vencer por tu grupito de hipster. Esto es guerra y te juro que la voy a ganar.
-Pues que empiece, ya verás cuanto poder tenemos los Hipsters sobre ustedes, los indecentes de la escuela-Con eso, se retiro con su grupo hablando.
Va a caer. Aunque sea lo último que haga.
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Código: 1510135469720
Zaira siempre ha sido la chica más popular de su instituto. Sin embargo, su mundo perfecto se desmorona cuando su novio decide terminar la relación de la forma más fría posible: a través de un mensaje de audio. Humillada y decepcionada Zaira se promete a sí misma no volverse a enamorar de nadie.
Pero el destino tiene otro planes cuando conoce a Augusto, el capitán de básquet. Augusto es todo lo contrario a lo que ella pensaba que era: mujeriego y un chico sin sentimientos , que no quería volver a encontrar el amor después que su única novia la que amo tanto lo dejara.
Poco a poco lo que comienza con salidas casuales y sin ser nada se convierte en algo profundo, aunque ninguno de los dos quiera admitirlo.
¿Que tan malo puede ser AMAR Y ODIAR a la vez?