-¡Corre! ¡Están muy cerca y podrán vernos la cara! -¡Espera! No tengo la mejor condición física del mundo- dije antes de enseñarle mi lengua al chico que corría frente a mi, antes que se parara y me agarrara por la piernas para levatarme y llevarme corriendo hasta algún otro lugar. -Bravo, casi haces que nos descubran -¿Yo? Si tu fuiste quien se calló con la silla del director. -Bueno, ya capté. Él era David, mi mejor amigo, hermano de otra madre y compañero de maldades y venganzas. Y era por él cual más había metido en problemas por haber decorado la oficina del director, después de tener una "linda charla académica" y terminar suspendida. Pero como él plan de decoración no funcionó, tendríamos que seguir con nuestro increíble plan B.