El chico de cabello y ojos castaños intentaba escapar de ese abandonado embarcadero situado en el muelle de Daikoku, un lugar fuera de la ciudad. Estaba gravemente herido. Su brazo derecho estaba roto y tenía aproximadamente unos cuatro disparos en el estómago, y aún así había sacado su mayor fuerza para huír. Entonces, llegó hasta unas escaleras, donde cayó a medio camino y quedó casi inamovible, llorando y sin saber qué hacer para sobrevivir. No obstante, seguía con vida. Por otro lado estaba ella, la chica de cabello y ojos castaños quien pasaba por aquel lugar como de costumbre cuando estaba en días malos. Hasta que escuchó unos sollozos. Curiosa, se dirigió hacia el lugar del ruido y unos metros detrás de ella pasaron tres hombres de traje corriendo, como persiguiendo a alguien. No lograron verla. Finalmente, ella lo vio a él. Y aquí es donde todo da un nuevo giro. Sin embargo, ninguno sabía que apenas esto era el comienzo, el comienzo del fin... de una nueva historia.