Just feel it
Preludio
A todos nos falta algo, una parte de nuestro ser siempre ansia más, y más. Siempre notaremos ese vacio.
Pero, dime, ¿Qué pasaría si no sintieras dolor físico alguno? ¿Y si no sintieras nada, emocionalmente hablando? En resumen... ¿Qué pasaría si no sintieras lo que todo el mundo siente?
Darren coge una taza de café ardiendo del microondas, cualquiera hubiera dejado caer la taza a mitad de camino de la mesa al notar el dolor punzante del calor, Darren no, la mano estaba roja y palpitando por el calor que desprendía la humeante taza, pero él no había sentido ese dolor.
Ai acaba de despertarse. Mira impasible la jaula, donde el periquito de su madre, que llevaba un año muerta, yacía en el fondo, después de exhalar su último aliento. Una chica de su edad, hubiera expresado algo de dolor o tristeza, y no es que no los sintiera, el dolor le punzaba en el vientre, pero no sabia el porque de eso ni como expresarlo. Y no es que sea una tragedia, pero ese periquito significaba mucho para ella, aunque no lo sabia.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?