¡Oh, druidas! ¡Vosotros que habitáis los recintos sagrados en las profundidades de los bosques; vosotros solos sabéis qué son los dioses y las potencias del cielo, o vosotros solos lo ignoráis! Si hay que creeros, las sombras no van a habitar los lugares silenciosos del Erebo, ni los pálidos reinos del dios del abismo. El mismo espíritu rige otros órganos en otra esfera. La muerte es el lugar de una larga vida. Lucano I p. 458All Rights Reserved