Palabras nunca dichas.

Quizá todo lo que nos rodea está destinado a ser olvidado con el paso del tiempo, quizá los recuerdos ayudan a sonreír, a llorar, a emocionarse, pero siempre nos motiva algún sentimiento y solo quizá esta es una historia algo alocada y algo dramática, pero con un sentimiento puro y raro.
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-Dime que me amas.
-¡Maldito idiota!.- Grité desesperada al notar como los latidos de mi corazón se aceleraban con cada paso que él caminaba hacia mi. El sólo respirar su aroma hace que mis hormonas se aloquen y eso no era nada bueno...