Cada día paso por la estación 9 para verte allí en tu columpio,solo con tu guitarra y tu voz . No comprendía porque lo hacía pero se convirtió en una rutina ,como tú. Me acostumbré a escuchar tu voz, a oír tu guitarra desafinada,y a sonreírte como una tonta.Hasta que un día no te vi, no te escuche,y no te sonreí;ese día no volví a la estación 9.