Ojos llamativos, cabello negro largo y sedoso, cuerpo musculoso y bronceado. Voz profunda y seductora, tierno y apasionado; fiel y divertido. Esas fueron las características que Vanellope dijo en el conjuro que está a punto de realizar con Olivia, su mejor amiga, la noche de su cumpleaños número trece. Como siempre los intentos de Olivia en convertirse en Wicca y realizar extraños conjuros fracasan. Los años pasan y esa noche queda en el olvido hasta la noche de su cumpleaños número veintiocho, Vanellope está harta de los hombres y jura no volver a dejar que ninguno se meta en su camino. Luego de celebrar con su amiga y tomar algunas copas vuelven a realizar el loco conjuro pero esta vez sí funciona, un hombre muy atractivo y vestido con un kilt aparece de la nada en su pastelería, ella queda cautivada por su belleza pero lo que más la impresiona es que ese tipo es el hombre que pidió en el loco conjuro que hizo. La eceptica Vanellope se ve atrapada en una mala broma del destino al tener que salvar la vida de Ewan con algo que jamas pensó, enemigos trataran de evitarlo pero ella luchara por su guerrero.