Zoey, Emma y Manuela son mejores amigas desde los tres años, ya que, sus madres, también lo eran desde la infancia.
Manuela tenía el pelo castaño claro, ojos verdes, piel bronceada y era bajita. Era hiperactiva, loca y enamoradiza, pero, cuando se enamoraba, lo hacia de verdad.
Emma tenía el pelo color caramelo con reflejos rubios naturales, ojos grises azulados, era pálida, pero tampoco para exagerar, alta y delgada. Era divertida, sarcástica y, al contrario de Manuela, odiaba el amor por un secreto que sólo sus dos mejores amigas conocían.
Zoey tenía el pelo y ojos marrones, era alta y de piel bronceada. Se podía decir que era la "pacifista" del grupo; amaba los animales y estar en el aire libre. Ella era extrovertida, loca y sociable.
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.