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No puedo reconocer la época exacta, dado los cuadros debo asumir que me encuentro en el castillo del Conde drácula, ese horrible, frío e insensible hombre, recuerdo que nos leyeron la historia la semana pasada; no entiendo que hago aquí, "joven que camina por el corredizo, el Conde lleva bastante tiempo esperándolo, hasta el punto de perder la paciencia", fue lo que escuche, soy el único en el pasillo, por lo tanto debo asumir que se refiere a mí.
empujo la puerta y me encuentro al Conde, sentado y bebiendo de una gran copa, me invita a tomar asiento, esto es emocionante de cierta manera, serviré de franquicia para el Conde; me pregunta mi nombre, le respondo que eso no importa; por debajo de la mesa larga y vieja, su mano sostiene algo que desea mostrarme, moriré, así lo contaba la historia, un momento no he muerto, comienzo abriendo los ojos lentamente, me invita una copa de vino mezclada con algo rojo intenso, debe ser sangre...estoy equivocada, no, todos estamos equivocados, el Conde no bebe sangre, ¡bebe ketchup!, hablamos durante horas hasta que mencione algo que lo molesto, conté la historia que todos cuentan, la del temible Conde Drácula, entonces solo me responde: retírate. Traté de disculparme, pero el conde se había convertido en murciélago y abandono la sala.