Orden Alfabético

Mientras se dirigían a la entrada de la escuela, caminando por los largos pasillos silenciosos, Zaida sintió un escalofrío recorrer su espalda, haciendo que su temperatura corporal disminuyera gradualmente mientras avanzaba; también tuvo la sensación de que los pasillos se hacían más estrechos, y se le dificultó cada segundo más el acto de respirar. A Demian le comenzaron a zumbar los oídos, su boca se secó y sus piernas se fueron haciendo más temblorosas a cada paso. Caminaron despacio y silenciosamente, convirtiendo un pasillo que se podía recorrer en treinta segundos a pace rápida, en un infierno eterno de incertidumbre.

Tenían miedo. Ni siquiera sabían a qué o a quién, pero tenían miedo.