"La fama es como un caramelo, mientras lo tenemos en la boca, su azúcar y su suavidad nos llena, nos hace sentir satisfechos, pero cuando éste se acaba, el sabor dulce que deja en nuestro paladar hace que quieras otro, y que estés dispuesto a hacer lo que sea por conseguirlo."
Recordáis ese párrafo, ¿verdad? Aunque el mundo cambie y la sociedad también, la fama sigue atrapando adolescentes con sus garras y obligándolos a hacer cosas para agradar a los demás, para ser el centro de atención, para ser admirados y sentirse queridos.
Tony ya es un adulto y ha desterrado totalmente la fama de su vida, sin embargo, tiene un hijo muy parecido a él, quien al igual que algunos de sus amigos, tendrá que escupir ese delicioso caramelo antes de que se vuelva amargo.
El plan de Emma era simple: esperar el día de la fogata para hablarle a James, quien ha sido su crush por más de un año, pero nunca había tenido el valor de acercarse a él. Cuando Emma finalmente está decidida a dar ese paso, nada sale como esperaba, y por equivocación termina besando al hermano de James, Ander.
Lo que comienza como un accidente se convierte en un trato inesperado: Ander le propone fingir ser su novia para darle celos a su ex y lograr que regrese con él, a cambio de ayudarla a acercarse más a James. Aunque al principio Emma duda, termina aceptando, creyendo que así estará más cerca de cumplir su objetivo. Sin embargo, lo que no esperaba era que este acuerdo desordenara su corazón y la hiciera cuestionar sus verdaderos sentimientos. ¿Qué sucede cuando un plan perfecto se convierte en el caos que lo cambia todo?