—Hola linda, ¿te has perdido?— pregunté agachándome a la altura de la pequeña, ella negó con la cabeza— ¿Dónde están tus padres? —Frente a mí—. respondió la niña, seria. —¿Perdona?—. pregunté yo, extrañado. —Tú eres mi padre. Así es como comenzó mi historia con la pequeña Dana, al parecer mi hija. Siete años, pelo castaño y ojos azules, inocente, tonta y extremadamente molesta. Definitivamente, una niña insoportable. Nunca pensé que le llegaría a coger cariño, pero no me creo que sea su padre. Bueno, aún así, no la puedo dejar sola, así que, ahora soy un: Papá por encargo. Gracias a @ACRouster por es magnífica portada.