Ella no pensó que al viajar su vida cambiaría totalmente y encontraría lo que tanto andaba buscando. El no sabía que lo extraño podría ser lo que más anhelaba en su vida. Un niño que buscaba con todas sus fuerzas un amigo, un padre. Ellos quería un familia sin saber que para conseguirla tendrían que afrontar muchos obstaculos. Porque para el amor primero se aprende a llorar para después reir. Rumores, prejuicios, envidias, traiciones, diferentes culturas y muchas cosas más parecen estar en su contra. Lo que ellos no saben es que para el amor, para el amor verdadero, no importa nada, solo llega y no se puede evitar.