Después de quedar desdichado tras su rompimiento con Magnus, los problemas de Alec no terminan. El destino le tiene preparado un giro completo a su vida que lo hará ver desde otro ángulo su antigua naturaleza nefilim, y tener que aprender a aceptar su nueva como ser inmortal, mientras los ataques de Sebastián y sus cazadores oscuros no cesan.