-Princesa pásame el vestido! -La seda de dicho vestido estaba echo por los mejores costureros de París, su tacto era como las perlas y transparente como el agua- -¿Crees que estaré al altura de tan grandioso escenario? -Tanto tu como el vestido lo estaréis, toma -Richard, extiende la mano para ofrecerme el vestido- -Espera, ¿voy a lucirlo? -Claro, lo diseñaron para ti! Pero era una sorpresa Me tiendo a los brazos de tan grande ser, que una vez más me sacaba una gran sonrisa. Mientras perfecta prenda resbalaba por mi piel mis nervios aumentaban. -Perfecta -La delicadeza del vestido me hacia sentir como un ángel- no podía mentir me quedaba perfecto- -Princesa, es la horaAll Rights Reserved
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