Bonnie es una chica a la que nunca se le han dado bien las palabras y expresarse. Hasta que un día recibió un regalo de su hermana, una pequeña libreta en la que podría escribir cualquier cosa. Poco a poco, cada vez que escribía más, se iba dando cuenta de que unas palabras escritas no la iban a ayudar a resolver sus problemas, sino que debía afrontarse a ellos cara a cara.