La vida no es un cuento de hadas.
No es color de rosa, no te casas una sola vez con el chico o la chica indicada, la gente buena muere, y en sí; la vida llega a apestar mucho más de lo que podría llegar a gustar. Pero tenía su encanto, como cualquier otra cosa imperfecta.
¿Las lágrimas derramadas por un primer amor siendo secadas por el segundo, nunca te llenó de alegría? ¡O cuando fuiste a tu primera fiesta! Y ni hablar de cuando sientes que el corazón se te saldrá del pecho cuando hablas con esa persona...
Sí, el amor.
Aunque en la vida real, esto último no es para nada fácil.
La realidad es igual de maldita que el amor, ¿no? Eso yo lo aprendí, a las malas.
Chico malo + chica normal = esta novela. No es tan cliché como parece, lo juro, es más; ¡Los invito a descubrirlo!
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.