Afrodita nunca había tenido el corazón roto. Por eso, cuando vio a Calipso llorando, no pudo resistir la curiosidad de saber cómo se sentía.Todos os Direitos Reservados
Afrodita nunca había tenido el corazón roto. Por eso, cuando vio a Calipso llorando, no pudo resistir la curiosidad de saber cómo se sentía.
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