-Solo tú... -murmuró ella, acorralándolo contra la pared con una mirada que destilaba determinación. El hombre, de ojos color miel, la observó con una mezcla de confusión y desconcierto. No lograba comprender qué estaba tramando aquella cautivadora doctora ni por qué su corazón latía con tanta fuerza.
-¿Yo qué...? -preguntó al fin, con voz entrecortada, mientras sus ojos recorrían el rostro de la mujer hasta detenerse en sus labios. La necesidad de besarlos se volvía insoportable, como si clamaran por él.
-Solo tú puedes apagar esta llama que arde dentro de mí... -susurró ella con una sonrisa traviesa, antes de tomar la iniciativa y unir sus labios en un beso ardiente y lleno de deseo.
En ese instante, ambos supieron que nada volvería a ser igual. Las llamas de la pasión los habían consumido, llevándolos a un lugar del que ya no habría retorno.
- ¿Me amas? -preguntó el ojimiel.
-Te amo-contestó ella.
-Entonces, ¿Esperarías por mí? -preguntó.
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¡Idea inspirada en la novela Soldier por Poeticx!