Cassidy sale de casa con la certeza de que su vida como la recuerda seguirá su curso . Sabe que al regresar de la calle, prepara el té de las cinco de la tarde y se sentara frente a la misma ventana como su fiel rutina de hace seis años. Contemplara el atardecer cuestionada por los mismos pensamientos que dan vuelta una y otra vez en su mente, ¿Quién era antes de Asher? Se levantara y doblara el edredón de hilos de muchos colores y se ira a la cama. Dormirá con la inquietud de volver a despertar sudorosa y agitada a mitad de la noche, sin poder sacar de su mente el sueño recurrente de una mirada brillante color miel, una mirada que no deja de revolotear en su mente desde hace tiempo. Cassidy se despertara a la mañana siguiente y saldrá de casa pero esta vez se encontrara con el camino a casa.