-¡No lo soporto! -Bufó, exasperada. -Se cree un sabelotodo y ¡no sabe nada! Es un niñito pijo de ciudad que no lleva aquí ni dos días y se piensa que puede decirme cómo hacer mi trabajo. /-¿Qué ha pasado? -Al parecer, el caballo se descontroló y no supo manejarlo. Estaba inconsciente cuando se lo llevaron./-¿Podrías ser mi enfermera? -titubeó.All Rights Reserved