Terminamos las clases mas contentos que nunca,porque no solo salimos sin llevarnos todas las materias, sino también que empezábamos un amor de verano. No eramos polos opuestos, porque eso significaría que no teníamos nada en común. Éramos mas bien como el agua y la arena, juntos, pero moldeables. Éramos, en pocas palabras, el uno para el otro.All Rights Reserved