Jamie Truman podría ser igual a cualquier muchacho de 17 años, aunque claro... Esto solo sería así de caer en la obviedad de que él, como la mayoría, corresponde a las mismas características físicas que indican normalidad morfológica, pero la verdad es que Jamie ya no sería tan normal de tomar en cuenta, los cuatro asesinatos que pesaban sobre su espalda, entre ellos y el último... El de Frank Truman, su padre.
La cárcel del condado de Los Angeles, por aquel entonces -Año 1999- era la mayor institución de atención psiquiátrica estadounidense, aunque, por supuesto, no era un hospital especializado en el tema, diversos motivos hacían que no hubiese más opción para gente sin recursos económicos. Era allí donde había transcurrido el último año en la vida de Jamie y donde además, con todo pareciendo indicar que pasaría el resto de su existencia entre barrotes..., había dedicado el tiempo a desarrollar una extraña teoría sobre un asesinato del pasado ocurrido a en el lugar, ocultando así...
[COMPLETA]
Adam tiene una fascinación por las frases de asesinos.
Reachell ama tocar el piano.
Adam es reservado y misterioso.
Reachell es curiosa.
Ella escribe pequeños relatos.
Él descubrió sus escritos.
Y... hará lo que sea necesario para que Reachell le escriba sólo a él.
Tal vez parezca la típica historia cliché donde el chico asesino se enamore de la chica inocente y buena. Pero hay un problema: Reachell no es inocente, ni buena. Y Adam ya ama a alguien más.