Y así fue como me encontré

Después de años de cambios climáticos el planeta fue quedándose sin tierra que habitar. Países fueron engullidos por el mar o carbonizados por la furia de los volcanes. La gente huía en busca de ese nuevo hogar donde reconstruir sus vidas. Hasta que un grupo de personas, los más poderosos del momento, que a día de hoy se hacen llamar “la cúpula”, decidió dividir a todas esas personas en dos grupos y aislarlas. No se tuvo en cuenta edad, sexo o parentescos. Mujeres fueron separadas de sus maridos, hijos de sus padres y hermanos.
Un año después, la mayoría se ha adaptado, iniciado una nueva vida bajo las directrices de la cúpula. Sin embargo, existe un grupo que sigue soñando con escapar de los alambres que los encierran y llegar a esa otra sección para reencontrarse con los suyos.
Entre ellos se encuentra Martina. Con 24 años hace apenas unos meses que llegó al grupo. Separada de su madre, su hermano y el que durante 2 años fue el amor de su vida, pasa los días buscando la manera de llegar a ellos y llevarlos lejos de la esclavitud de la cúpula.