Las preguntas que siempre rondaban por la mente de Mihara Yano eran:
¿Lograre vivir en tu corazón?
¿Me recordaras en tus memorias?
¿Por toda la eternidad?
Aunque no era un chico demasiado popular, tampoco encajaba en el término "chico normal". Vivía el mundo a su manera y no se preocupaba por lo que los demás piensen de él, simplemente era el mismo.
El tener que apoyar a alguien cuando tiene un problema es complicado, sobre todo si es alguien especial, además "Hay problemas que superan a otros problemas, que hacen ver los tuyos de una forma muy insignificante", o eso es lo que pensaba y siempre decía alguien parecido a Yano.
Margareth Sunakawa, o para simplificar, Mary, era una joven que tampoco destacaba demasiado, no era ni muy popular ni llegaba al extremo de ser inexistente. Al contrario, se dedicaba a tomar gran parte de su tiempo en pensar sobre el mundo o los acontecimientos que sucedían a su alrededor, pero algo que si la molestaba era su altura. Mary era la chica más alta de toda su escuela y la mayoría de chicas la molestaban por eso. Tampoco era alguien que se preocupara por lo que los demás dicen de ella, pero aun así aquella característica la consideraba como un "problema grave".
La gente piensa que a veces las cosas que soñamos, se harán realidad algún día o son como pequeñas visiones de lo que nos espera en un futuro, pero ¿El no dormir afectara en esos sueños? ¿Las personas tendrán serias dificultades en ser felices si no duermen bien? mas aún, la gente que sufre desordenes mentales son las que más tienden a soñar, hasta despiertos, viven en un mundo "no apto para gente normal", un mundo fuera de lo que alguien pueda imaginar. Pero había un mundo:
Un mundo donde los dos "Iban a vivir en el corazón del otro".
Un mundo donde "Se recordarían en sus memorias".
Un mundo donde por toda la eternidad, una sonrisa, los unirá.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...