"-Te propongo algo. Dame una hora. Sólo una hora. Si en ese tiempo no consigo hacerte reír ni una sola vez, no vuelvo a molestarte nunca más. Y bueno, si no aceptas, voy a seguir siendo un pesado –Harry sonríe con algo de prepotencia. -¿Y qué pasa si sí consigues que me ría? -Me odias tanto que algo así no va a ocurrir, ¿no?"