Soy Lea Sanders. Miembro de una familia cuya pertenece a los sagrados veintiocho, lo cual me permite presumir que tan pura es mi sangre. Mis padres son mortífagos. Desde que puedo empezar a tomar decisiones en su mayoría coherentes, mi padre suele darme lo que llamamos "misiones", lo cual no suele sobrepasar el espiar o acercarme a alguien. Pero cuando entre a Hogwarts, se me ordenó acercarme a alguien por los siguientes 7 años. Potter. Para mi fortuna o desgracia, no seria la única con esta misión, Malfoy me acompañaría. Debo admitir que al principio Malfoy me irritaba a un nivel asqueroso. Y ahora, Draco es mi maldita prioridad. Y si debo traicionar, ceder, o matar a alguien, lo haré. Suele haber historias de Slytherins y Gryffindors que se enamoran, en ellas relatan que no hay amor más imposible. Pero podría jurar, que lo que hay entre Draco y yo, es más difícil, roto y a veces deshecho que si un Slytherin se hubiera enamorado de un Hufflepuff.All Rights Reserved
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