-¡Pero yo te amo!- contuve la respiración y recé en un intento desesperado para que todo se arreglara. Pero él ni siquiera se movió. -Lo se - dijo antes de reanudar su caminata. Lo único que consiguió fue dejarme confundida y lastimada bajo la asfixiante lluvia. -Por eso es que me voy- susurró.