Mi nombre es Sam, y os voy a contar como mi vida cambió de forma radical. Siempre he sido una chica muy estudiosa y he sido una alumna honorable. Voy al instituto Hodox, está alejado de la mano de Dios, ya que no hay nada en ciento cuarenta kilómetros a la redonda. El instituto tiene unos apartamentos destinados al alojamiento de los alumnos, cada
apartamento consta de cuatro habitaciones, una sala de estar y un baño. Está terminantemente prohibido compartir apartamento con el sexo opuesto, pero al parecer el karma… universo… destino, llámenlo como quieran, quiso que yo rompiera esa regla