Dos destinos que fueron separados por la avaricia de más poder. Un corazón roto a temprana edad, un alma amarga por abandonar a la persona que amaba. El mismo hilo los unió, el destino del miedo por verlo, la sed de la sangre que ella poseía, y el placer que los dos sintieron al recordarlo todo. Sus destinos tenían tres conceptos: "MIEDO, SED Y PLACER"