Para Camile la vida ha sido dura. Ella nunca tuvo una madre que la cuidara cuando caía enferma, nunca tuvo un padre que la sobreprotegiera o la mimara con dulces y chocolates cuando hacía un berrinche... De hecho, no se le permitía hacer berrinches, porque las cosas son muy diferentes cuando creces en un orfanato. Y si bien Camile había aprendido a adaptarse a la vida de una huérfana, ahora que había cumplido la mayoría de edad tendrá que adaptarse a la vida en el mundo exterior, donde más obstáculos la estarán esperando.
35 parts