Prólogo:
Miercoles, 3 de septiembre de 1489, Chicago.
Corrimos por el bosque huyendo de la ciudad, una ciudad que nos perseguía con antorchas encendidas buscando nuestra muerte, buscando la muerte de los monstruos que decían que eramos.
John: Escúchame bien Alessia, debes llevarte a tu hermana muy lejos de aquí.
Alessia: ¿Pero donde iremos? Papa soy un vampiro y no se si podré cuidar de ella.
John: Alessia, cuando tu hermana cumpla los 19 debes convertirla, tu hermano ha causado un gran daño en esta ciudad y debo ir a buscarlo, esta descontrolado y acabara con la vida de mucha gente si no lo encuentro.
Las lagrimas corrían por mis mejillas, miré a mi hermana, apenas tenía 6 meses, crecía despacio, muy despacio y tardaría mas de cien años en alcanzar la edad adulta.
John: Corre Alessia, vete de aquí, os encontraré lo prometo, volveremos a estar todos juntos de nuevo.
Mi padre me dio un beso en la frente y depositó a mi hermana en mis brazos. La luz del fuego cada vez estaba más cerca.
John: Os quiero.
Y nos fuimos tan lejos que nunca volvimos a vernos.