"No eres tú, soy yo."
Su boca quiso decir esta frase, pero levante mi rodilla a la altura de su entrepierna, lo derribe mientras pensaba es "claro que eres tú, imbécil", mientras más hablaba mas pensaba en la forma en la que encontré esa boca, que antes me besaba a mí y ahora besa algo aun mas grande que mis labios.
Un pene.
Mientras yo pensaba que mi novio de dos años me era fiel y me amaba, él se revolcaba con un hombre, ni siquiera es una fémina como yo, no claro que no, el idiota es pasivo y se deja dar por el culo; el tipo el cual lo perfora mientras yo pensaba que me era fiel está cubierto con las sabanas, me ve con cierta intriga y desconcierto; todo pasa muy rápido pero antes que me dé cuenta mis manos están en el cuello de mi actual ex novio mientras el idiota que tenía su pene en la garganta del agredido trata de quitármelo de las manos, trato de defenderme pero caigo al piso golpeándome la cabeza en una mesa de café.
Ocho horas después, me encuentro despertando en el hospital de la ciudad y con una demanda por agredir a un homosexual.
Idiota, la traicionada fui yo y ahora tengo que pagar una multa, bueno ese es el precio de tener un ex novio homosexual.
¡Quiero venganza!, esto no se queda así, soy Charis Gates y no te metas conmigo porque probaras el infierno y aun así te sabrá a gloria.
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