Gris, eso es lo único que veía, en todos lados. Giraba mi cabeza en distintas direcciones. Solo gris. No sabia si me estaba volviendo daltoniana, ciega o simplemente eran las lagrimas que luchaba para que no salieran de mis ojos. No había escapatoria, no había marcha atrás, no había maquina del tiempo. Ya no había nada. Ah pasado tiempo, se supone que el tiempo lo cura todo. -Tiempo... Lo único que has hecho es destruirme. Se suponía que tenias que curarme- dijo un susurro que apenas llego a sus oídos.