18 parts Complete MatureMuchos deseamos ser participe en nuestra vida sin importarnos lo que haríamos en ella. Tenemos la necesidad de formar parte de la sociedad, olvidándonos de nuestros propios sueños. Soñamos sin saber que no tan solo pertenecemos a nuestro mundo sino a un mundo diferente. Cada persona tiene el don de soñar: jóvenes, ancianos, bebes o adultos. Nuestros sueños nos hacen lo que somos aunque nos olvidemos de ellos. Aquel que no sueña está destinado a ser un cuerpo sin esperanza y sin luz que no puede mantenerse en pie en ambos mundos. Siempre tendremos a alguien que nos vaya a esperar en nuestros sueños sabiendo que al momento de despertar nos olvidaremos de él o ella, pero que marcara en nuestros deseos más profundos volver a soñar nuevamente, escapando de nuestra propia realidad añorando que aquel sueño sea participe en nuestra vida y no lo que el mundo de nosotros nos trata obligar ser, temiendo por nosotros mismos: pensando, discriminando nuestros deseos. Incluso nuestros propios sueños se convierten en narraciones de nuestros días contando lo que vivimos en aquel instante que padecemos de la realidad para volvernos seres totalmente vulnerables pero capaces de enfrentarnos a nuestros propios miedos ya que para eso es el mundo de los sueños. Lo que soñamos se vuelve parte de la realidad cada vez más a lo que llegamos atinar a los recuerdos de aquel momento que no olvidaremos, que tendremos siempre presente en nuestra mente. A veces nuestros sueños nos parecen algo estúpidos diciéndonos: ¨Imposible eso no me puede pasar¨ pero aquellos sueños que parecen algo totalmente fuera de la realidad pueden convertirse en nuestra realidad de nuestro propio mundo dudando por unos momentos si deseamos pertenecer en el mundo que actualmente vivimos o sino escapar a aquel mundo. Mi realidad fue aquel chico que siempre aparecía en mis sueños sin saber que mi propia realidad seria él.