Hola, les contaré una historia, mi historia. Me presento, mi nombre es Camila, pero todos me dicen
Cam. Tengo 17 años y vivo en Merlo, una pequeña ciudad en Buenos Aires, Argentina.
Verán, al día siguiente empezaba la escuela. Las vacaciones habían acabado y tendría que volver a la cárcel, denominada El Instituto.
Soy la típica chica lista y media nerd, pero a comparación de las chicas nerds calladas, yo me llevo bien con casi todo el mundo. Digo casi porque está Brytani, la zorra de la escuela que se dedica a hacerme la vida imposible junto con sus secuaces.
Creí que todo iba a ser como el año anterior: TAREAS, amigos, TAREAS, evaluaciones, TAREAS, travesuras y TAREAS.
Pero me equivoqué.
En las típicas historias de wattpad, la chica se choca con el típico chico popular, mujeriego e idiota, él se enamora de ella, lo hace cambiar y viven felices por siempre... pero esta no es una típica historia.
Algunas historias de amor no tienen grandes giros ni finales felices. Algunas comienzan como cualquier otra, pero se quedan atrapadas en el momento en que algo interrumpe lo perfecto.
Sam vive para sí misma, enfocada en lo que puede controlar: su carrera, su futuro, su propio crecimiento. Le cuesta conectar, no porque no quiera, sino porque nadie parece tocar las partes profundas de su alma. Hasta que aparece Charlie.
Él la ve. No como los demás, sino como si ya la conociera de antes. Lo que empieza como una coincidencia universitaria se convierte en una historia que parece escrita por el destino. Son exactamente lo que el otro no sabía que necesitaba. Pero el amor, por puro que sea, no siempre es suficiente para sobrevivir a las circunstancias.
Dos semanas para volverse almas gemelas y completos desconocidos.
Una promesa, una despedida y un silencio lleno de recuerdos.
La mejor historia de amor dejada solo en el primer capítulo.
Esta es la historia de un amor que fue real, aunque no durara para siempre.
Una historia que deja cicatrices suaves y preguntas abiertas.