7:00 de la mañana, suena la alarma, lunes, vuelta a la rutina.
Como siempre, suena mi alarma, luego la de mi hermano,luego mi padre y luego mi madre; y ya no hay mas. Pero hoy, no ha sido así:
Después de sonar todas las alarmas empezó a sonar otra así que, valiente, salí de mi cuarto y fui a mirar. Primero me dirigí hacia el salón, no había nada y dejo de sonar.
Tenia miedo. Mucho.
Al cabo de un rato empezó a sonar de nuevo la alarma,como no era nada, no le hice caso,pero tendría que habérselo echo.
Salí al pasillo para ir al baño y vi algo extraño pasar ante mi. "Será mi imaginación" dije, pero me equivocaba. Salí del baño y vi a alguien en el fondo del pasillo que me señalaba el salón mientras la alarma sonaba. En ese momento me llamó mi madre: "verónica, apaga la alarma,porfa".
Le hice caso y me dirigí hacia el salón. Encendí la luz y entré, me quedé mirando un rato haber si la veía, pero se apagó. Cuando iba a girarme, se cerró la puerta y se apagó la luz. Empecé a gritar.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".