En el reino futurista de lenevia, el rey celebra los dulces dieciséis de su preciosa Candy, todos hablan de la belleza de la princesa, la dulzura de su voz, su piel tensa y vibrantes ojos azules; en un castillo con pasillos de cristal, donde todo se puede ver y escuchar, solo se puede ver el reflejo de aquella pequeña niña con rulos de oro ahora convertida en mujer; muchos escuchan su risa hacer eco en los pasillos, pero nadie le habla, nadie realmente sabe quién es ella, los sirvientes se alejan y las puertas del castillo siempre estuvieron cerradas hasta ahora. Nadie lo sabía pero las cosas cambiarían, la tierna Candy estaba decidida a conocer el mundo más allá de los barrotes de oro y las paredes de cristal.